lunes, 7 de diciembre de 2015

LITERARIA DEL CEN 2015



Mi participación

ESPERANZA

Cunden las estelas de mi pasado
inundan mi sentina.
Siento hundirse la vida
sumergirse en un mar aciago
 ahogar la esperanza.

Dichoso el que nada espera

porque de él será todo.

                                           LB


QUE NO TE TOQUE
Que no te toque a ti
el desamparo
el vacío inerte
la noche serena
indiferente al llanto.
Que no te toque a ti
deslizar el manto
de la noria oculta
en el pliegue incauto.
Que no te toque a ti
sentir la piel desnuda
descubrir el alma
y en la carne viva
ser el eco mudo
de la cruel espada.

Que no te toque

pero si te tocara

Siente en el vacío
la serenidad aguda
de colocar tu lleno.
Tus lágrimas liberen
los dolores viejos
y curen y sanen
laceradas pieles
en tu corazón deshecho.
Entrega tu manto.
Que ella lo lleve
si ese es su deseo.
           
 Y no olvides nunca
No hay noche sin día.
El día es azogue
y la noche espejo.
No habría día
sin tu noche oscura
y no habría luna
si no hubiera sol.

                             LB


HERIDA

Se deliran los líquidos de mi cuerpo.
En ascenso bombardean mi cabeza.
Las sienes delatan un corazón austero
que incansable sostiene su trabajo.
Mordaz en la tarea descubre
un puñal que lo traspasa.
Malos pensamientos  rematan
en sensaciones       emociones que corroen
La sutil resistencia del dolor en el cuerpo las delata.

Duele el cuerpo
la herida es el alma.

                                LB

INFERNUM - Entrevista radial

Podes escuchar la entrevista en este link

https://youtu.be/KP3FCQpa0ts




Silvia Bazan (infernum) trasciende el ámbito literario para instalarse en el ámbito del arte, ya que intervienen distintas disciplinas y lo convierten en un objeto artístico. En cuanto a lo escrito propiamente dicho es un libro dedicado a vos y apunta a tu yo interior y se mete en tu mente y te desafía y juega con tus sentimientos un rato y te deja pensando es un reto constante... Gracias Liliana Bianco

lunes, 5 de octubre de 2015

ENCUENTRO CON EL LIBRO Y LAS ARTES - Tres de Febrero - Antología 2015



El 28 de setiembre se realizó la presentación del Tomo I de la antología y el 5 de octubre el Tomo II. 
Se cuenta que próximamente tendremos el tomo III



Envié a la convocatoria un poema y un relato. Fue seleccionado este último que comparto con ustedes:


Un hombre diferente

Me gustan las prendan que se abotonan atrás, sí, con botones, botoncitos mejor, y presillas no ojales.

Me encanta la seducción que provocan los botones amarrados a sus presillas y que unas manos expertas, unos dedos diestros, los desamarren lentamente, con ternura.

Claro, es un tema abotonarlo si tenés que hacerlo sola como generalmente  cuadra. Los hombres solo quieren desabotonar.

Me gustaría tener una conversación inteligente alguna vez con un hombre sin que te mire desde arriba o entorne los ojos condescendientes cuando una dice lo que piensa. De problemas no. No se puede hablar de los problemas con los hombres. Les crea esa necesidad de salvadores, se sienten obligados a darte una solución que nunca condice con los que nosotras estamos buscando. Para esto, mejor las amigas que saben escuchar. Porque eso es lo que una quiere, que la escuchen. Cuando una cuenta sus problemas se va entretejiendo en la mente, finamente, con delicadeza, un sinfín de ideas. Cuando una cuenta es como ir despejando, aclarando el terreno y de pronto se produce el milagro. Después de todo, la solución está en una antes de que aparezca el problema. Solo necesitamos expandir nuestra mente y hacer uso de nuestra inteligencia en la administración de nuestros dones, conocimientos y experiencias. ¿Qué otra cosa es la inteligencia sino una buena administradora?




Gerardo parece diferente. Todos parecen diferentes al principio. Todos desplegamos lo mejor al inicio de una relación y ocultamos con gracia lo que no queremos mostrar. Pero esto no perdura. Este juego fascinante de la conquista se pierde con el paso de los meses, de los días diría yo. Mis estadísticas arriman los ciento ochenta. A partir de ahí, la decadencia. Se van develando los detalles, aparecen las hilachas por los bordes (las nuestras también). Con el pasar de los días, uno se confía, no cuida las palabras, los modos, ¡y que no se dé la oportunidad de que aparezca por algún rincón lo peor de nosotros!

Gerardo parece diferente. Escucha con atención lo que digo y está al pendiente de cada detalle; y yo, a lo vieja, pendiente también, dejo que hable y lo escucho a la espera de descubrir por qué extraña fisura de sus palabras mostrará alguna sombra desagradable.

Gerardo parece diferente. El abre la puerta del auto para que suba, arrima mi silla para que me siente, sostiene mi abrigo para que yo me envuelva. Cocina como un chef de alta gama (conoce el punto justo tanto de la pasta como del bife), sabe elegir el vino y bebe con discreción. Su conversación es agradable y siempre dice algo interesante que capta mi atención. Le gusta bailar y lo hace muy, pero muy bien.

Gerardo parece diferente. Es elegante, combina bien los colores; no agobia con llamadas telefónicas, ni whasapps, ni mensajitos de texto; nunca inquiere con desesperación cuando digo que no podemos vernos, ni es pegajoso como caramelo de dulce de leche, de esos que son imposibles de quitar de las muelas.

Gerardo parece diferente. No compite con mis amigos, ni se enrosca en discusiones aunque a veces parezcan imposibles de eludirse, ni se engancha en las provocaciones de mis hermanos. Sabe dar sorpresas de cine y puede sostener un amor de película por más de dos horas.

Gerardo parece diferente. Especialista en besos, es hábil en desalojar los botones de las presillas, en deslizar sus dedos por mi piel con suavidad, en acariciar mis zonas oscuras de placer, en detenerse en el momento preciso y saber cuándo lanzarnos al abismo.




Pero no se entusiasmen ni se mueran de envidia: apenas vamos por el quinto cumple-mes y, para ser honesta con ustedes, ya la arruinó. Nos quedaba un mes y lo tiró a la basura.

Miren que venirme a mí con anillo de compromiso sin haberme mostrado la hilacha. ¡No señor!




Vi la tristeza en sus ojos cuando se despidió de mí esa noche, en la puerta de mi casa, porque esa vez no quiso entrar. Nunca supe más de él. Nunca llamó. Nunca respondió a mis llamadas.

No entendió mi negativa esta vez. Tal vez no me expliqué bien. Tal vez mostré mi hilacha.

Y yo acá, con la duda:

Gerardo parecía un tipo diferente, parecía… y tal vez, lo fuera.


Liliana Bianco 



sábado, 3 de octubre de 2015

XVIII Juegos Florales 2015 - Fundación "EL PUEBLO DE LA TRADICIÓN"


 

XVIII Juegos florales - 03/10/2015 - Poetas del encuentro - San Martín - Pcia. de Buenos Aires

Felicitaciones a los organizadores, a todos los que participaron y a aquellos que fueron reconocidos; mil gracias a los que colaboraron con su realización y a Claudia por deleitarnos con su voz. 
¡Hermoso lugar
                   Cálido recibimiento!

Va aquí una pequeña muestra

Video fatto in casa:     https://youtu.be/t7pNv6b3N5A


Gracias Marce y Jorge por invitarme, llevarme y traerme!!!




Los motivadores:








Los Artistas:


Susana Rovó



                                                                               Ana Beatriz Incetta




Rolando Ramondeta



Los Jurados:



María Leone, Hilda Díaz, Estela Ángeles Garrido

Los de Tres de Febrero



de izquierda a derecha: Mabel Mascio, la que suscribe, Eduardo Aleman y Marcela Galván

Mi participación:



De puño y letra:




Traducción:

Búsqueda

Como abrojos prendidos en lanilla
estrellas    planetas    un sol    ¿uno?
                    en el cielo
Sus sombras tatúan mi cuerpo
Sus luces    prestadas    modulan mi penumbra

Me rodean volutas    me susurran palabras    hilvanan historias que han sido    o serán
                            o son    ahora    aquí     donde yo estoy


Suceden sucesos sucedidos
que allanan el sendero
descubren marcas    tocones    huellas
que develan los sucesos que sucederán

¿Cuándo? ¿Dónde?
¿En el próximo instante?
¿En el tambaleante mañana?
¿En el desborde concurrido del ayer?
¿Ahora? ¿Ya?

Veo huellas viejas    ¿viejas?
de otros que fueron y vinieron
de aquellos otros que vendrán y ya se han ido
   o
      ¿serán mis huellas de otras vidas
      de otros mundos    mis otros mundos paralelos?

Ellas alumbran un tiempo a destiempo
                      Simulan

                          …

Llueven las ideas
me atacan
me persiguen
me confunden
me ciegan
me apabullan

Camino    corro    me detengo
elevadas mis manos al cielo
entre lazos    plegarias
bombardeos    y cadenas


Sigo

Solo un intento
uno    o más    o muchos
de discernir – me
de comprender – me
de encontrar mi centro.

Liliana Bianco

03/10/2015




sábado, 26 de septiembre de 2015

VENGANZA - Dunken - 26/09/2015


CONTRAPUNTOS - Cuento
Conocer y aplicar las claves y secretos del género 
Coordinada por: Marita Rodríguez-Cazaux y Ricardo Tejerina 

La clínica consta de dos jornadas. En la primera, se abordarán variados tópicos del género.
Al final de la reunión se convocará a los asistentes a enviar una obra de su autoría
aplicando las nociones adquiridas para ser publicadas en un libro colectivo.
En la segunda jornada se presentará y comentará el libro con todas las obras recibidas.

"El propósito primordial de la profesión: contar cuentos." -Adolfo Bioy Casares


Durante la primera jornada se abordaron los conceptos teóricos del arte de escribir cuentos y se realizaron trabajos prácticos de taller.


                                                                 
Mi grupo, "Las siete locas" conformado por:
                                                                   Silvia Bazán alias Platero
                                                                   Adriana Siancha alias Zafón
                                                                   Ester Silvia Spiner alias Isadora Duncan
                                                                   Valeria Bertolini alias Alfonsina Altier
                                                                   Carmen Donnantuoni alias Amaranta Buendía
                                                                   María Paula Putrueli alias Ulises Murakami
                                           y                      la que suscribe alias Safo

Segunda jornada de la primera clínica de Contrapuntos (1 de agosto) y presentación del libro de todos los participantes "La venganza". Se llevó a cabo el día sábado 26 de septiembre a las 10 hrs.

Coordinada por Marita Rodríguez-Cazaux y Ricardo Tejerina.

Hermosa jornada, con asistencia perfecta de nuestro grupo. Comparto Algunas fotos del encuentro











Todos los presentes en esta segunda jornada recibimos, además del ejemplar del que formamos parte, la devolución personalizada de nuestros trabajos.
Me gustaría compartir la introducción de Marita, quien elaboro un cuento muy interesante, pero no dispongo de en este momento de él. Si  lo consigo, lo incluyo oportunamente,
Gracias por el trabajo de todos los involucrados en esta clínica: Marita, Sabrina, Ricardo, Jairo, a los que trabajaron y no los conozco, a mi hermoso Grupo Las siete locas y a todos los participantes.










También participó del taller  mi amiga y colega de Tres de Febrero Beatriz Argüelles



Este día es muy especial, no solo consolidó nuestro grupo, sino que puede considerarse el puntapié inicial de la creación del Grupo Ayacucho, grupo que se las trae... 
Con ustedes, los integrantes. Mejor sería decir, la mayoría de ellos porque muchos de los que no pudieron asistir ese día, también lo integran.



Mi Participación:

La imagen
La miró… a la imagen. Le costó trabajo enfocarla.
A pesar de eso podía notar la tela gastada de su traje que atentaba con deshacerse en cualquier momento. El cuello de la camisa no tenía remedio; ya Sara lo había desmontado y cosido nuevamente del otro lado. El contraste entre los celestes del cuerpo y el cuello de su camisa era obvio por más que la seda descolorida de la corbata intentara cubrirlo.
Se desvistió como pudo, sin hacer ruido, y se acomodó en la cama. Instintivamente, Sara lo abrazó y lo besó en la frente.
(Mañana será otro día, igual que hoy, igual que ayer. Igual.)


La miró fijo a los ojos. A la imagen. Le costó trabajo enfocarla, achinados los ojos como los tenía por la resaca. (Necesito el antídoto.)
Fue para la heladera y buscó el tetra. Lo tanteó. (Queda poco, pero creo que para vacuna alcanza.)
Se enjuagó la cara, los dientes, hizo buches, pero el amargor no se le iba. Un ligero mareo lo hizo prenderse con fuerza del lavatorio. (¡Mierda! Esta vida es una mierda.)
Desde la otra habitación llegaba la voz de Sara acompasada del trac-trac, trac-trac de la máquina de coser.  En sus oídos penetraba toda la chismografía del barrio, que a él no le importaba; los precios del mercado, que él no quería conocer; los proyectos y los sueños de Sara que él no podía cumplir.

La miró de nuevo, fijo a los ojos. Se la veía pálida, fría. Se distrajo en las hilachas del escote gastado de su camiseta.
Trató de poner en off sus oídos.  La cháchara de Sara le hacía doler fuerte el estómago, acicateaba cada rincón de su corazón como los alfileres de su costurero. Sus oídos no responden. (La voz de Sara se diluye en un fondo incomprensible, confuso, pero sigue allí.)
Continuó con su ritual. Embadurnó con el jabón sus mejillas, su mentón redondeado, con sumo cuidado sobre los labios. (Odio el jabón en la boca. Odio este jabón de oferta que Sara se ufana en comprar en no sé qué tienda de ahorro. Pero ¿qué puedo decir? Ya bastante el hecho de mentirle sobre mi búsqueda de laburo.) Cierta culpa lo merodea cuando piensa en esto. (La verdad es que ya colgué los botines. A mi edad… ¿A quién le importa mi experiencia, mi manejo hábil de situaciones complicadas? A nadie.)
Volvió a la imagen. La miró fijo a los ojos.
Navaja en mano se dispuso a quitar el jabón. Observó su filo, lo mejoró hasta dar el visto bueno.
Siguió la cantinela de Sara barajando un fin de semana en la costa con sus primos. (Los Orlando, familia insoportable si las hay. No paran de echarte en cara el mate que convidan.)
Total, trac-trac, trac-trac vamos bien abrigaditos trac-trac, trac-trac en la caja de la camioneta. trac-trac, trac-trac Nos acomodamos allá, trac-trac, trac-trac en la casita al fondo trac-trac, trac-trac para no molestarlos, trac-trac, trac-trac y bueno, trac-trac, trac-trac comer, trac-trac, trac-trac acá también hay que comer, trac-trac, trac-trac ¿no? trac-trac, trac-trac ¿Qué te parece, viejo? trac-trac, trac-trac de última trac-trac, trac-trac nos llevamos unos trac-trac, trac-trac fideos y unos tomates de acá, trac-trac, trac-trac ¡allá todo es tan caro! trac-trac, trac-trac ¡el Día trac-trac, trac-trac  tiene una oferta trac-trac, trac-trac  increíble! trac-trac, trac-trac Vos vieras. trac-trac, trac-trac


La navaja está en el punto justo. La apoya con destreza en la garganta y se le figura que es el cuello de Sara, ese que no hace tanto le gustaba recorrer con sus labios ardientes de deseo. La distracción le valió una cortada. (¡Puta que sangra! Y este papel higiénico que es una bosta. Ni para parar la sangre sirve.)
Cae la brocha en la pileta. El recipiente del jabón rebota en el piso de cerámica. La navaja inicia un peligroso balanceo pendular en el borde del lavabo.
Busca otra vez la imagen, busca sus ojos. Nada. El espejo está mudo.
Un hilillo tibio se desliza en cámara lenta desde sus fosas nasales y se abre paso entre la espuma hasta unirse al chorro, que en ritmo de allegro, se esparce desde su garganta.

La voz de Sara, incansable, continúa su parloteo al compás del trac-trac, trac-trac de la máquina de coser en la habitación contigua.

Liliana Bianco