domingo, 30 de octubre de 2011

POR AMOR AL ARTE 2011

SAKURA

Laberintos de errores
formaron tu alma,
forjaron tu temple,
doblegaron tus ansias.
Bebiste de lo más profundo de la tierra
la savia de los pesares.
Padeciste con labios apretados
los dolores de parto.
Millones de lágrimas apaciguaron tu espíritu
rebelde y silencioso.
Erraste por momentos los caminos
por otros impensados.
Blandiste una sonrisa
a cada dolor agudo que agito tu pecho,
a cada angustia ardiente en tus entrañas.

Digna como una reina.
Bella como una diosa.
Sabia como una maga.
¡Poderosa mujer!
Arrancas con tus propias manos
las espinas enclavadas
y las conviertes en delicada flor.

                                                          Hete aquí,
                                                          ante quien todo lo ve
                                                          ante quien todo lo sabe
                                                         Más pura tal vez,
                                                         Seguro más sabia.


                                Caminas hacia mí los senderos ocultos
                                sumergida en la más profundo de ti,
                                donde habito eternamente.


Artista Plástica: Marcela Galván
Escrito: Liliana Bianco
29/10/2011

jueves, 27 de octubre de 2011

EL JOVEN Y EL VIEJO

Durante una conferencia sobre las grandes diferencias entre generaciones, un Presumido Estudiante se tomó la molestia de explicarle a un Señor Mayor sentado a la par de él, el por qué le es imposible a la Vieja Generación comprender a su Generación:
 
 
"Usted creció en un mundo diferente, realmente casi Primitivo", dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor.
"Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, Internet, teléfonos celulares, aviones jet, viajes al espacio. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y autos eléctricos y de hidrógeno. Computadoras con procesos de velocidad de la luz… y muchas cosas más".
 
Luego de un breve silencio el Señor Mayor respondió diciendo: "Tienes razón, Hijo Mío; nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos Jóvenes... ¡Por eso las Inventamos!!!!!!!!!!!! 

lunes, 24 de octubre de 2011

A MIS AMIGOS


Que pueda el camino subir hasta alcanzarte.
Que pueda el viento soplar siempre a tu espalda.
Que pueda el sol brillar cálidamente sobre tu rostro
y las lluvias caer con dulzura sobre tus campos,
y hasta que volvamos a encontramos
que Dios te sostenga en la palma de su mano.


                                                   (Oración irlandesa
)


BIANCA


Me llaman Bianca. No se dejen engañar por mi aire distinguido.

Soy apenas una sobreviviente de los andurriales de Caseros. Fuí rescatada hace un tiempo y me llevaron lejos de aquí.

Fui reina y señora de un monoambiente en las Cañitas. ¿Por qué lo llaman así? ¡Quién sabe! Porque en ese lugar no hay una sola caña, ni cañita, ni nada que se le parezca.

Por lo poco que puedo entender, quienes viven en los caños no implica precisamente que habiten una mansión, pero de cañitas no sé nada.


Yo soy pequeña aún y los mayores dicen que hay cosas que los pequeños no entendemos, así que esperaré a ser mayor. Ellos parecen saberlo todo.
Así que de un día para otro, pase de la hierba húmeda y fría a la calidez de mi camita celeste, con colchón en un hermoso tono de azul, comedero y bebedero en composé, mi toalla, mi manta y baño privado (bueno, no tanto).
Tengo unos amiguitos con los que juego. Son  de una impavidez mortal: se dejan hacer lo que yo quiera, no emiten sonido alguno. Se ve que ante mi autoridad de ama y señora quedan como paralizados.
Como pueden ver ese lugar era por demás confortable. Es verdad que solo tenía un pedacito de cielo y todo el aire de la ciudad y ninguna tierra que remover ni planta para olisquear… detallitos que le dicen.



Las vueltas de la vida, ¡ejem!, como dicen los mayores, me devolvió a estos parajes caseriles. Desconozco la razón, a los pequeños no siempre nos dan explicaciones.


Me mudaron con todas mis cosas, para que no extrañe.

Aquí también soy ama de un monoambiente.  
Pasé   varios  días  en  mi trabajo de reconocimiento
del terreno,  dando vueltas por aquí y por allá buscando
escondites  de   calidad,  lugares adecuados para el
descanso y el esparcimiento.

En fin, la cuestión es que a la semana tenía todo bajo control,  con  mi  habitat perfectamente distribuido: comedor,  rincón  siestero, dormitorio nocturno, sala de invierno, rincón de veranosolarium, gimnasio y el ojo negro del incansable ocio; el cuarto de baño, itinerante, por momentos evasivo.
Mi olfato es de gran ayuda en estas circunstancias.

Un día lo encontré fuera de los límites de mi residencia.
Fue un cruce revelador: las fronteras superaban lo que había previsto en esos días. Se extendían más allá rumbo a lo desconocido. Dicen que nuestra raza es muy curiosa. Ustedes conocerán, imagino, el adagio ese que dice que “la curiosidad mató al gato”, seguro que sí.
¡¿Ya  les dije yo que los mayores saben todo?! También tienen razón en ésto.
Ni bien hube cruzado debí enfrentarme a un  par de bestias salvajes que corrieron hacia mí. No me daban las patitas en la huida, encima con esta deformidad que me entorpece en las trepadas y, por lo visto, en las escapadas también. ¿Les dije que mis patitas delanteras corresponden a otra raza? Bueno, ciertas cosas afectan también a la nobleza.
¿O ahora me van a hacer creer que la nobleza es perfecta? ¡Justo a mí!



Un nuevo horizonte se abría ante mí. Después del susto inicial, emprendí mis exploraciones con una dosis de precaución. Las bestias merodean por aquí, pero no parecen tener intenciones criminales conmigo. De todas maneras mantengo la distancia.



El cielo se mostró amplísimo a mis ojos y mil propuestas de turismo aventura se irguieron ante mí, seductoras.

No rechazo ninguna. Solo las programo para disfrutarlas mejor. Mi agenda está llena por varios años: montañas, selvas, ríos, playas, ruinas, de todo hay en mi reino. ¿Qué más puedo pedir?



Bueno, lamentablemente los tengo que dejar. Como ven, tengo muchas cositas para hacer.


jueves, 20 de octubre de 2011

PEREGRINO

Xul me inquieta. Me mueve hacia viejas remembranzas. Me remite a cosas antiguas que guardan el sabor de lo inédito, tan antiguas que ya no sé en qué parte de mi ser pude haberlas registrado; tan inéditas que ya no las recuerdo. ¡Haber tenido que vivir medio siglo para reencontrarlo!
Un eslabón más de la larga cadena que conduce a mi ombligo, un eslabón menos que buscar… ¡Y este pobre cuerpo…! Aunque debo reconocer que en esta oportunidad me han provisto de uno más resistente que los de antaño.
A veces siento que me agota esta búsqueda. Si al menos tuviera claro qué es lo que busco, a qué apunto… Si al menos moderara esta ansiedad que por momentos me acucia, si pudiera sostener una actitud más relajada… Después de todo, no voy a irme antes de hacer lo que deba hacer…
Mi transcurrir no sé si es tímido o audaz, temerario o cobarde. Tengo claro que cada cual hace lo mejor que puede en cada momento. ¿Cometí errores? Sí, sin duda muchos, como casi todos. Gracias a ellos aprendí lo que sé. Si todos hubiesen sido aciertos, mi querido lector, esta vida toda sería tan solo un gran error.
Mi caminar es el del rayo perpendicular del sol, de lluvias oblicuas, de vientos en todas direcciones.
Me he deslizado por los angostos senderos de las selvas, por la amplitud de los desiertos, amarillos y blancos, ardientes y helados…
En las arenas de los desiertos se ampollaron mis pies y los curaron las arenas de las playas; los rasgaron los hielos del Himalaya y los compusieron las aguas del Ganges.
He ascendido cumbres maravillosas; he caído en pozos muy profundos; he recorrido en las llanuras, con la hierba cosquilleándome los pies con su don fresco y ávido.
He andado los olores salobres del mar y las pestilencias de los puertos, los aromas de los azahares y el humor de flores marchitas, he inhalado el humo de las grandes urbes de cemento y chimeneas, he aspirado con vehemencia el aire puro de los campos. He vaciado estómagos llenos y llenado panzas vacías.
Me he precipitado en los acantilados y he ascendido ardiente a los cielos como el fénix en cada resurrección.
Todo porque alguien decidió cortar mi cordón y convertirlo en un montón de eslabones perdidos.
Quizá yo misma lo hice, desafiando mi destino, desafiándome a reencontrarme con mi verdad, a reunirme conmigo. Quizá necesitaba necesitarme y urdí esta especie de juego macabro. Quizá solo sufro de amnesia y recurro a flashes de mi pasada memoria como las tormentas que usan sus relámpagos para iluminarse, como la noche que todo lo cubre de misterio, de imágenes veladas, de sueños.
Cada tiempo reabro mis cartas de navegación y estimo la derrota: miro el cielo tratando de inferir su curso, observo las aguas tratando de ver el rumbo de sus corrientes, escucho a los pájaros, pongo atención en los secretos que me transmite el viento. Ellos, como yo, somos aleatorios, imprevisibles
El camino se bifurca ante mí y debo elegir mi próxima jugada. Juego conmigo, a favor o en contra de mis vidas y las vidas de mis muertes, a favor o en contra de mis ahoras que se convierten de inmediato en otro ahora y otro y otro…Sabiendo que aun si juego en contra, juego a mi favor.
Desplego entonces las velas, despliego las alas y persigo el norte que mi brújula manda en ese momento… hasta la próxima vez en que se abran las cartas y sea necesario rever la ruta, crear un nuevo derrotero.
LB

viernes, 14 de octubre de 2011

No importa

Piedras en el camino que tropiezan
con tu andar cansino de apuros aletargados.
Años de ir tras un tren fantasma
que no conduce a ninguna parte,
a ningún destino.
No importa, tú corres.
Agotados desvíos,  inservibles,
queriendo evitar el camino.
La espalda cedente
al peso de tanta  ilusión  inútil.
No importa, tú sigues corriendo.
Y corriendo te perdiste
la sonrisa de María
y el primer paso de Agustín.
Y corriendo se te fue el día y la noche
y un nuevo amanecer…
Pero no importa, tú no dejas de correr.
Sabes que cuánto más sabes,
más te falta por saber. ¿Lo sabes?
Y el pasado presente en el futuro
juega con naipes
que  empardan el misterio.
Liliana Bianco

Pintura: José Curia

"CARTA DE UNA MAMA A SUS HIJOS" Por Isabel Allende

- Siempre que quieren hablar de madres en la televisión muestran mujeres con chicos en los brazos, sonrientes, dulces, cariñosas, sin una pizca de cansancio, espléndidamente maquilladas y a eso agregan maravillosas frases de posters.

- ¡¡Mentiras !!!

- Las mamás no somos abnegadas amantes del sacrifico y aguerridas guerreras que todo lo pueden.

- Las mamás lloramos abrazadas a la almohada cuando nadie nos ve, pedimos la peridural en el parto y puteamos en 17 idiomas cuando tenemos que poner el despertador a las 2 de la mañana para ir a buscarlos a una fiesta.

- Cuando les decimos que no se peleen con ese compañerito que les dice 'enano' o 'cuatro ojos', y les damos toda clase de explicaciones conciliatorias, en realidad querríamos tener el cogote del pequeño verdugo entre nuestras manos.

- Y también pensamos que la vieja de geografía es un mal bicho cuando les baja la nota porque no saben cuántos metros mide el Aconcagua que, al final, a quién cuernos le importa. Pero no lo podemos decir...

- No es que nos encante pasarnos horas en la cocina tratando de que el pescado no tenga gusto a pescado y disimulando las verduras en toda clase de brebajes, en lugar de tirar un Patty a la plancha.... Es que tenemos miedo de que no crezcan como se debe.

- No es que nos preocupe realmente que se pongan o no un saquito... Es que tenemos miedo de que se enfermen!!

- Porque ser mamá no tiene que ver con embarazos, pañales y sonrisas de aspirinetas.

- Tiene que ver con querer a alguien más que a una misma. Con ser capaz de cualquier cosa con tal de que ustedes no sufran. NADA, nunca, jamás.

- Ustedes nos hacen felices.... cuando les encantan nuestras milanesas, cuando nos consideran sabias por contestar todas las preguntas de los concursos de la tele. Cuando vienen llorando a gritos porque se rasparon la rodilla y nos dan la posibilidad de darles consuelo y curitas.

- Cuando recién levantadas nos dicen, qué linda que estás, mamá.

- Ustedes nos hacen mejores.

- Nos dan ganas y fuerzas. Nos comeríamos un gurka crudo antes de que es toque un dedito del pie. Nos lavamos la cara y salimos del baño con una sonrisa de oreja a oreja para hacerles saber que la vida es buena, aunque nos vaya como el reverendo... Cantamos las canciones de Chiquititas y vemos Barney y escuchamos a Los piojos y compramos Nopucid y repasamos 500 veces la tabla del 2 y arreglamos el carburador para llevar a los pibes a fútbol, a inglés, a dibujo, a la psicóloga, a básquet, a volley, a danzas, a la casa de la amiga, a la maestra particular, al dentista, al médico, a comprar un pantalón...

- Y armamos 24 bolsitas con anillitos y pulseritas y tratamos de que la torta parezca un Pikachu y nos buscamos otro trabajo y sacamos créditos y nos compramos libros y vamos al psiquiatra y al pediatra y a los videos y negociamos con los maestros y los acreedores y recortamos figuritas y estudiamos junto a ustedes ríos, provincias, las capitales de los países de Europa y nos ponemos lindas y nos enojamos y nos reímos y nos salimos de quicio y nos convertimos en la bruja y la princesa de todos los cuentos....

- SOLO Y EXCLUSIVAMENTE PARA VERLOS FELICES.

- VERLOS FELICES ES LO QUE NOS HACE FELICES. Ojalá pudiéramos pegar el mundo con cinta scotch (como el velador que cayó en combate en la última guerra de pijamas party), para que fuera un lugar mejor para ustedes.

- GRACIAS POR HACERME SU MAMÁ. GRACIAS POR HACERME TAN IMPORTANTE.

- Gracias, por esas porquerías que hacen en el colegio con corchitos y escarbadientes (que casi nunca entiendo para que sirven pero guardo religiosamente) , gracias por los abrazos, los besos, las lágrimas, los dolores, los dientes de leche, las cartitas, los dibujos en la heladera, el Amoxidal de tantas noches sin dormir, los boletines, las plantas rotas del jardín por jugar a la pelota, por mi maquillaje arruinado por ser usado para jugar a la mamá, por las fotos de la primaria.... .

- Son mis mejores medallas. Gracias porque LOS AMO. Y ese, es el amor que ME HACE GRANDE...

- Lo demás,.... es marketing.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Reversa

                                                                                
                                                               
 Pintura:  José Curia
Reversa
Techito de chapa
Gotera de lata
La leña encendida
La pava que clama
El mate que pela
Tortilla a la brasa
El viento susurra
Las ropas  danzan
Frazada de cuadros
Con parches de lana
Mamá cose y cose
Papá corta hilachas
Al final del camino
Palpita mi infancia
                                                             
Poema: Liliana Bianco

Ser madre

“Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.
Dios la ha dotado a mansalva del “instinto maternal” con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura.

Pero gracias al “instinto maternal” la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.
Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.
Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche…
Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada…
Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.
Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.
Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.
Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.
Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir que “son cosas de la edad” cuando la mandan al carrizo.
Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: el Día de la Madre.
El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho.
Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.
Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.”
Isabel Allende

domingo, 9 de octubre de 2011

A mi Madre


Hace largo tiempo ya que te fuiste lejos, tan lejos donde yo no puedo alcanzarte.Aún así no has podido zafar de mí. Estas conmigo, aquí en mi corazón, en mi sangre, en mi piel, en mis huesos, en mi alma, en esas "manías" que critiqué durante toda nuestra vida juntas y un poco más, y que ahora forman parte de mi rutina diaria. Ahora es a mí a quien critican...¡Las vueltas de la vida, madre! Esas de las que vos me hablabas y yo no entendía y entonces me decías "algun día vas a saber y le vas a dar la razón a esta vieja que hoy te parece tonta..." Las vueltas de la vida, madre; sí, las vueltas de la vida...
Peteco no te conoció, pero te pintó entera en esta canción. La dedico a tus manos, a las mías y a las de todas las mujeres, madres o no, porque todas apostamos a la vida...
 

La guerra y la paz

Disfruto de mi casa cerrada y en silencio.  Llora mi corazón cuando la turba exaltada llena de voces los aposentos clamando por el despertar del planeta rojo.
Ya no son de gran impedimento los cien cerrojos y los ciento cincuenta  hierros que protegen el ingreso. Me estoy poniendo viejo y, hoy por hoy, ésto no impresiona a nadie. Para ver el futuro, el rostro de Patulsius se ha montado unos cristales enmarcados en carey. Clusivius no los necesita, su memoria fue elaborada con un material inalterable, está y estará intacta por los siglos y los siglos de la eternidad.
Se me pianta a veces la nostalgia como pequeñas gotas de rocío. Fontus es un hijo agradecido y respetuoso de sus padres. Juluma hizo un buen trabajo, hay que reconocérselo.
Contener el recuerdo de todas las cosas no siempre es saludable. Hace añorar los buenos tiempos, cuando mi humanidad sobresalía a la plus valía que la gratitud de Saturno me otorgara.
Soy el fruto de la unión de los cielos con el centro de la tierra, lo que no es poco. Titán ateniense de la primera hora. Curiosamente en Atenas nadie me recuerda. Será porque un día me fui para no volver, será porque ellos solo se aferran más a lo que piensan que a lo que viven, sea por lo que sea, así es. Hesíodo y Homero están de acuerdo en algo: ambos me ignoran. Virgilio truca mi nombre y mi procedencia: ¡Allá él!  A ninguno les guardo rencor. En aquel entonces nada se sabía del mundo cibernético. La internet vino después.
No soy ni quiero volverme un viejo resentido. Además, de más está la queja: los lacianos me adoran, soy su héroe nacional y no es para menos: a mi pequeña Janícula se la llama hoy la Ciudad Eterna; no inventé los bancos pero sí su materia prima, no soy juez ni abogado pero elaboré sus leyes; no tengo huerto, pero enseñé a mis gentes el arte de surcar la tierra y preñarla, para llenar con sus frutos sus pancitas y las pancitas de sus hijos.
Tengo la llave de todas las puertas y mi bastón de mando obliga al destino a los buenos finales, a los finales felices, como los de los cuentos de hadas. Mis adeptos así lo creen, así lo saben.  Lleva mi nombre el mes de mi aniversario, y soy el principio de todas las cosas. El orbe entero festeja conmigo cada año transcurrido, cada año por transcurrir. Soy como un dios protector de todos los proyectos…
¡Mi vida es una buena vida, muy buena!, Pero, (siempre hay un pero), para mi mal hay algo en los hombres que no les permite dejarme tranquilo.
Sería, total y plenamente feliz (ellos también, aunque aún no lo sepan o no quieran saber) si nadie, absolutamente nadie, golpeara a las puertas de mi casa, si permanecieran eternamente cerradas.
LB

(Las puertas del templo de Juno solo se abren en tiempos de guerra.)

RECETA DE LA MADRE TERESA

Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia;
tu fuerza y tu convicción no tienen edad
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas…
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡Pero nunca te detengas!!!

Adjudicado a la Madre Teresa de Calcuta

viernes, 7 de octubre de 2011

PERIHELIO


Nadie conoce bien mi historia, no la recuerdan. Soy una leyenda, un mito, un sueño.  Siempre evoco estas cosas cuando me acerco a mi culminación, mientras preparo mi último nido de cada ciclo.
El aroma de estas hojas me encanta en el verdadero sentido de la palabra, me embriaga de una dulce calma que me invita a recordar…
Cierro mis ojos y los veo muy cerca de mí: Eva habla con Adán, señala el árbol que nos cobija. ¡Es hermoso! Sus grandes hojas permanecen verdes; ellas me proveen del rocío que me alimenta día a día. Guardan mi elixir, protegiéndolo del sol durante largo tiempo ya que su fronda impide que se evaporen rápidamente. ¡Y sus frutos! No son demasiado grandes, no, pero su perfume es delicioso, y su color es rojo-dorado, como el de mi plumaje. Lo sé porque en ellos puedo verme reflejada como en un espejo. Por alguna razón, estos frutos no caen del árbol como otros que llegado su tiempo son semilla y reproducen su especie. No. Crecen lentamente y se reproducen más lento aún, pero ninguno de ellos se echa a perder.
¡Ay, Eva! curiosa e ignorante.  ¡Ay, Adán! ambicioso y débil. Si Él hubiese hablado con ella, otra sería hoy la historia. El pulso de ellas tiene el ritmo de la naturaleza… Pero un Plan es un Plan y debe cumplirse.
Ellos me llamaban chol. ¿Qué significarán para ellos esos sonidos para bautizarme así? Nunca lo supe. Estos seres son muy extraños.
Necesito más ramas. Va a ser mejor que vaya a buscarlas o no llegaré a tiempo. Mis plumas rojas como el fuego ya están bastante deslucidas, al igual que las de mi cola, que supieron ser azul cielo, claro y profundo. Solo mi collar oro se mantiene indemne.
Viajo mucho. Debo cumplir con mi parte en el plan y la esperanza en esta raza está en falta en todos lados. Me llaman de diversas formas. ¿Será de acuerdo a la impresión que les causo? Sí, así es en verdad. Todos me creen hija del sol y del fuego: mi atuendo es hermoso. Antes de Babel todos me llamaban igual, pero hubo un antes y un después a partir de allí.  Si les costó trabajo entenderse antes del suceso, después de él la incomunicación fue total.  Este hecho que debía haber puesto la atención en su intuición, para desarrollarla, no logró su cometido y dio lugar al instinto.  Hay una diferencia abismal entre ambos: el amor mueve la intuición; al instinto lo mueve el miedo.
Chol, Benú, Feng, Simurg, Quetzalcoatl, Phoenicoperus, son algunos de los nombres con los que me llaman, pero el más popular es Fénix.
Ya casi es la hora. Voy a buscar más de esas hierbas que me hacen sentir tan bien…
Ahora sí. Ya está todo listo. Solo me resta esperar el último rayo del sol. Viajo mucho, conozco cada rincón, pero la tierra se modifica todo el tiempo; encuentro algo nuevo cada vez. Me gusta sobrevolar, observar, descubrir, pero, llegado el tiempo siempre regreso a este lugar. El ángulo aquí es perfecto y el rayo cae a la hora adecuada en el sitio apropiado, se funde con mis ojos y enciende la llama. Muevo entonces suavemente mis alas, para avivar el fuego. Así se inicia mi transformación.
En tres lunas mi vida vuelve al punto de inicio y un nuevo período se abre ante mí: virgen, como si fuera el primero.
Los hombres me envidian ésto. Me creen un dios, o un semidiós. Yo lo adjudico a su ignorancia sobre sí mismos, a no entender los fundamentos del plan, a una ceguera que los aqueja en forma casi permanente.  Yo estoy aquí en razón de ellos, para hacerles recordar y no dejarlos perderse en sus argumentaciones falaces. El mundo físico tiene sus leyes y por ser seres físicos, estamos atados a ellas, pero no somos solo este cuerpo que nos viste.
Los hombres se han creado una ficción en la que interactúan como seres inferiores, marionetas movidas por hilos invisibles, y se aferran a esa ficción de manera sorprendente y tejen sus propios hilados, superiores en resistencia a los de Ariadna y quedan atrapados en su propio celuloide. Si alguien despierta de su sueño, su solidaridad los obliga a retenerlo, y le construyen un entramado especial para que no se lastime o los lastime a ellos; lo aíslan, pero no lo dejan ir. Así creen zafar de su destino.
Creen haber crecido y su calidad de adultos les impide ver lo que veían siendo niños. No puedo llegar a ellos como antes, cuando eran pequeños y querían saberlo todo, y eran felices. Ya no puedo contarles que somos como el sol, que parece morir en la noche y revive al amanecer; que son como yo, que después de un tiempo, 500 años dicen ellos, produzco mi propia muerte y resurjo de mis propias cenizas.
Es hora de callar, es momento de silencio. Ya se une el sol a mis ojos, la hierbas rezuman sus aromas, el fuego hace el resto, bato suavemente mis alas y me entrego…

LB